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lunes, 22 de junio de 2015

TERAPIAS NATURALES: LA FASCIOLOGÍA

Hablar de fasciología es complicado por la cantidad de conceptos que abarca y su inspiración en la extensa medicina tradicional. Sin embargo, su fin último y su procedimiento están claros. Busca la salud del caballo, tratándolo como un ente global. 
Llega esta novedosa técnica a España de la mano del francés Lionel Courtot. 


Para entender el proceso de esta técnica que el experto francés Lionel Courtot y el veterinario español Carlos Flecha están llevando a cabo en nuestro país desde el pasado año, y que han dado en llamar “Horse Global Treatment” (Tratamiento Global del Caballo) hay que partir del conocimiento del concepto que origina su nombre: fasciología. La fascia, propiamente dicha, es una capa de tejido conectivo, que cubre y une las estructuras corporales. El vocablo procede del latín y quiere decir “banda que ata”. Se trata de un tejido que permite la conexión directa de todo el cuerpo, su unión interna. Y así la fasciología es la técnica que estudia el conjunto del cuerpo, viéndolo como un todo y no sólo centrándose en las patologías.
No es sencillo adentrarse en una práctica que conjuga procedimientos extraídos de la medicina tradicional china, la acupuntura, la osteopatía y la homeopatía… El fasciólogo no busca únicamente la curación de una dolencia concreta, sino que primero intenta recuperar la salud plena del caballo, devolviéndolo a su estado de equilibrio.


Tensiones
En cualquier organismo humano o animal, debido a influencias externas e internas, se pueden producir tensiones de diversa índole, que afecten a funciones orgánicas, articulaciones, etcétera. En este caso, la fascia, que tiene una consistencia visco-elástica en su estado natural, se vuelve fibrótica, se contrae, y por sí misma produce dolor, impiediendo, por tanto, la función.
La fasciología trata entonces de eliminar esas tensiones, regresar al estado de salud y equilibrio del cuerpo. El fasciólogo se toma su tiempo para ir eliminando el dolor paulatinamente, yendo hacia la causa del mismo, hasta que este desaparece por completo, y previniendo también su reaparición.

Según Lionel Courtot: “Se busca la salud global del organismo. Si el cuerpo del caballo está en salud, puede eliminar él mismo la patología. Hay que poner equilibrio todo en el cuerpo e instalar la comunicación entre órganos, para que todos ejerzan bien su trabajo”. 
El experto localiza las tensiones o bloqueos con sus propias manos, en los huesos, las articulaciones y los órganos internos, ve dónde están situados y qué órganos está en relación con ellos, por las transmisiones nerviosas. Es clara la correlación que existe entre un órgano y una articulación, por ejemplo, entre el estómago y la babilla, o los lumbares con el intestino…
Courtot lleva años trabajando esta técnica funcional en personas, y también en équidos, por su afición hacia el mundo ecuestre, con importantes resultados que le han llevado a tratar a ejemplares de jinetes internacionales, como Jean Paul Kircher, e importantes ganaderías. “Los caballos son animales muy sensibles y reaccionan mejor”, asegura. “Lo que hago son pequeñas manipulaciones que no le molestan. Al caballo le gusta esta técnica”, señala Lionel Courtot.

Veterinario y fasciólogo apuestan por un concepto único de ciencia: “En el mundo entero se habla de la existencia de medicinas paralelas, pero pienso que estamos ante un concepto erróneo. Esta afirmación quiere decir que nunca se encuentran, cuando estamos concurriendo en una falsa teoría, puesto que Medicina sólo hay una, indivisible. Nosotros, lo que hemos hecho es mezclar técnicas y ver la globalidad del caballo, el conjunto”, puntualizan.

Courtot y Flecha se apoyan en el conocimiento de los meridianos de acupuntura para diagnosticar, y también de la homeopatía y la alopatía (que utiliza medicamentos contrarios para combatir las enfermedades, suprimiendo los síntomas), sumando efectos y logrando resultados más rápidos. La idea final es curar al caballo “hablamos de caballos de deporte, que cuanto antes vuelvan a su estado normal y mejor se asegure su salud global, mejor”, añade el fasciólogo.

Flecha, que trabaja codo con codo con Courtot en España y en Francia, asegura que “en la mayoría de las ocasiones, llegamos al mismo diagnóstico con técnicas distintas. Generalmente hacemos una historia clínica del paciente y, sobre ello, configuramos el diagnóstico y el tratamiento”

Es importante también el papel del propietario o jinete: “Que conozca la biomecánica, puesto que el tratamiento global que aportamos va hasta la utilización del caballo, y esta debe ser la correcta, sin tensiones, para conservar su buena salud y el equilibrio del que hablábamos al principio”.

La fasciología se va abriendo camino en España de la mano de estos expertos. Humanos y animales podrán disfrutar de los beneficios de esta técnica que previene, cura y, sobre todo, no provoca daño, ni rechazo alguno por parte del caballo.