La aparición de dolores agudos e intensos originados en el aparato gastrointestinal si no son tratados a tiempo pueden ocasionar la muerte del animal. Es importante pues, realizar las medidas adecuadas para evitar que se produzcan y reconocer los síntomas.
El equino es la especie doméstica que sufre con más asiduidad las variadas consecuencias que ocasionan los cólicos gastrointestinales. Las personas que están relacionadas con los caballos, ya sea en el trabajo, en el deporte o en la reproducción, entre otras actividades, conocen perfectamente las graves secuelas por haberlos padecido en alguna ocasión en su animal.
El cólico puede ser definido como la aparición de un dolor agudo, intenso y agotador en algunos casos, cuyo origen se encuentra en el aparato gastrointestinal. Las ciencias veterinarias conocen actualmente la percepción del dolor por parte del animal y su respectivo tratamiento. En el caso del cólico equino se reconoce que el dolor va acompañado de un conjunto de signos anormales que comprometen el aparato circulatorio, el respiratorio, el equilibrio hidroelectrolítico, y al no contar con una rápida y efectiva solución a este padecimiento, conducen al animal a un estado de deshidrtación, llegando al shock y la muerte.
El motivo principal de que este episodio sea común en el caballo se encuentra íntimamente relacionado con múltiples y variadas causas, de la cuales se enumeran a continuación:
- Caracteríticas anatómicas de los caballos:
El aparato digestivo de los caballos está compuesto por un intestino de una longitud aproximada de 30 a 35 metros y una marcada variación en su tamaño. A este se le debe sumar la existencia de un estómago de reducida capacidad, de 8 a 15 litros, caracterizado por un rápido tránsito gástrico, lo que ocasiona que durante el día tenga que vaciar varias veces su contenido estomacal, formado por alimentos, agua, saliva y jugo gástrico, enviando al intestino algunos alimentos con insuficientes grados de digestión.
- Errores en la alimentación:
Fundamentalmente relacionados con la calidad y la cantidad de la ingesta suministrada a diario. Además deberá tenerse precaución en no realizar cambios bruscos en la alimentación proporcionada como sucede, por ejemplo, en aquellos caballos que pasan del pasto a ser alimentados con piensos.
- Factores de manejo como realizar ejercicio excesivo, enfriamientos o administración de agua fría.
- Suelen presentarse como consecuencia de otras dolencias en el animal, es decir, enfermedades infecciosas o enfermedades localizadas en el sistema urinario, reproductor, cardiovascular, nervioso, respiratorio o músculo-esquelético y enfermedades parasitarias.
- Trastornos intestinales que provoquen obstrucción del tracto intestinal, como por ejemplo torsión o vólvulos.
- Defectos en la masticación: que debe ser lenta y cuidadosa llevada a cabo por una cavidad bucal sana y con todos sus dientes en perfectas condiciones. Una masticación eficiente y completa es esencial para la posterior digestión y absorción de los alimentos.
¿ COMO DETECTARLOS?
Las personas que se encuentran en contacto con los caballos deben saber reconocer el conjunto de los signos y síntomas que presenta esta enfermedad, pues la demora o la dilatación en el tiempo estña muy relacionada con el pronóstico desfavorable para cada caso.
- Como primer paso es importante la observación del equino durante varios minutos, prestando especial atención a su estado general y al comportamiento y las actitudes que adopta, ya que el animal con un cuadro cólico demostrará inquietud, dirgiéndose de un lado a otro del box, escarbando o dando patadas al suelo. Por lo general, efectúan cambios frecuentes en la posición en que se hallan / acostados-levantados), y el dolor es expresado a través de la mirada angustiosa orientadas hacia los flancos. En otras ocasiones presentan tendencia a echarse, con cautela o bruscamente y suelen revolcarse.
- Otros signos son el tamaño del abdomen ( aumento en uno o ambos lados), heridas y traumatismos en la cabeza o cadera ocasionados contra el piso o contra el box como consecuencia del intenso dolor, presencia de comida sin consumir en el comedero, ausencia de orina, material fecal en la cama del box, modificaciones en la consistencia del material fecal.y sudoración. Ésta a veces es intensa y tiene como consecuencia la pérdida de electrolitos que si no se reponen conduce al animal a un estado de shock.
PASOS A SEGUIR
Una vez hayamos constatado estos síntomas, inmediatamente hay que llamar al veterinario. Es fundamental la intervención temprana del profesional para prevenir y adelantarse a posibles complicaciones, pues es sabido que a medida que progresa el dolor, este va acompañado de de variados trastornos del organismo.
El veterinario determinará un examen clínico, diagnóstico y su tratamiento, sea este médico o quirúrgico. Además el veterinario evaluará el estado general del paciente, su grado de deshidratación y tratará de restablecer el normal funcionamiento digestivo.
MEDIDAS PREVENTIVAS
- Corregir alteraciones de los dientes para facilitar una buena masticación.
- Tratamientos periódicos contra los parásitos gastrointestinales.
- Evitar en la medida de lo posible que el caballo beba agua fría y que reciba la misma a una temperatura adecuada a cada estación del año.
- Controlar seria y estrictamente tanto el racionamiento, como la calidad y cantidad del alimento suministrado.
- En el caso de caballos estabulados, la ración se debe suministrar de acuerdo al trabajo realizado.
- Revisar de forma periódica el material fecal, el comedero, la observación detallada de caballo y de sus actitudes en el box, y disponer de personal de cuadras capaces de detectar los síntomas de cólico para evitar un diagnóstico grave.
Articulo publicado en 2002 por el Dr. Genoud, Asociación Argentina de Caballos de Polo