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sábado, 22 de agosto de 2015

EL SALTO DEL CABALLO SUELTO O EN LIBERTAD

Es muy conveniente enseñar al caballo a saltar en libertad, suelto, sin el peso y el estorbo consiguiente del jinete y el equipo sobre su dorso, pues de esta manera lo acostumbraremos a que él haga el salto valiéndose de sus medios y de su equilibrio natural.
Tiene también la ventaja de que si el jinete no puede montarlo un determinado día por cualquier motivo, o si el caballo tiene alguna lesión que le impida ponerle la montura o la cabezada, pueda seguir su entrenamiento.
Para esto es necesario que las instalaciones donde estemos tengan un pequeño picadero donde podamos soltarle o un " callejón de obstáculos" donde podamos meterle con un ligero esfuerzo de una persona, generalmente su jinete/amazona, y colocarle unos obstáculos que suelen ser barras, para darle las primeras lecciones al salto si es un potro ó para seguir el entrenamiento que nos hermos visto obligados a interrumpir. El callejón de obstáculos es ideal para ambas cosas.
Hemos de comenzar por enseñárselo, llevándolo a él para que se divierta recordándole la libertad. Debemos intentar siempre que el caballo este tranquilo dentro del callejón y que trabaje a los tres aires, mandado EXCLUSIVAMENTE por nuestra voz, teniendo que emitir distintas tonalidades y haciendo que él interprete lo que con ellas queremos mandar  Os aseguro que el caballo no tarda mucho en entender lo que le solicitamos.
Como máximo se puede utilizar una fusta, y no la tralla, ya que será más que suficiente para que ,alargando el brazo, obedezca.
Pero sobre todo hay que acostumbrarle a una voz suave, dulce, enérgica o represiva, pasando por el chasquido de la lengua. Sólo es cuestión de paciencia.
No debemos exigirle trabajo alguno dentro del callejón hasta que entienda a la perfección y que sólo con la voz seais capaces de hacerle trabajar en los tres aires y pararlo. Una recompensa es fundamental cuando pareis al caballo.


Empezar a trabajar después muy progresivamente, poniéndole barras en el suelo: una, dos, tres, así hasta seis para que las pase varias veces. ¿Distancia entre las barras?. Pues la de sus trancos, al trote 1,20-1,30mts., y así irá ejercitando los músculos del salto ( ver los capítulos sobre en entrenamiento al salto) plegando sus pies.
Conformaros con poco cada día, ser muy progresivos y recordar que hemos dicho que el caballo debe "divertirse" más que trabajar y siempre recordar cual es su utilidad, aunque en alguna ocasión puede servir para quitar estrés y energía de caballos fuertes antes de montarlos y/o para corregir algún defecto en el salto que no seamos capaces, bien por falta de experiencia o paciencia sin duda, desde la montura.
Como veis es un buen auxiliar del jinete el callejón de obstáculos, `pero para que cumpla exactamente su función, debe además reunir una serie de condiciones que las vamos a resumir en un gráfico y unas notas a tener en cuenta.


- Características:
Las cercas pueden ser de madera, hierro o pvc.; la exterior de 1,80mts de altura por lo menos y de tal forma construida que impida que el caballo intente marcharse fuera, y a ser posible, por el exterior de la misma cubierta por una tela metálica que proteja las plantas verdes que deben haber por el exterior  del callejón para que el caballo no se entretenga en comerlas durante los trabajos y que esté atento a los mismos.
La cerca interior no debe tener más altura qie 1,20 mts. y de menor entramado en su construcción, lo que nos permitirá pasar bajo ella cuando tengamos que recoger al caballo o poner las barras, etc...
Los postes de los obstáculos deben ser de cuadradillo de hierro o aluminio de unos 7 cm.. incrustados en el suelo con buenas capas de cemento, agujereados en toda su longitud de 5 en 5 cm. para colgar en ellos las barras mediante soportes y que debemos SIEMPRE retirar para evitar posibles desgarros en los caballos que trabajen, colocándolos por el exterior de los postes. Estos postes deben estar pegados a las cercas y tener entre todos ellos exactamente las mismas distancias, con objeto de que se puedan intercambiar las barras, que serán todas de la misma longitud.
El piso será de arena, ni en demasiada cantidad para evitar sobre esfuerzos, pero tampoco el suelo ha de ser duro, pues perjudicaríamos sus extremidades; tendrá un fácil desagüe para que no se inunde al llover; el peralte que se forma en las vueltas es conveniente y no debe quitarse hasta que este no sea excesivo, que es cuando lo nivelaremos de nuevo.
Las puertas de entrada y de paso interior deben estar al lado opuesto de las cuadras, una frente a otra para evitar las paradas por querencia; deben ser anchas, de 1,60 mts ambas, porque podemos utilizar el interior para que un profesor pueda dar las primeras lecciones a un alumno, llevándole a la cuerda, para unos días después pasarle al callejón y seguir acompañándole con la cuerda hasta que coja confianza y se le pueda soltar, bien en el interior, bien en el callejón. Es por esto que la puerta del interior también debe ser ancha.

- Trabajo en el callejón:
- Las dimensiones del callejón ( ver croquis ), están estudiadas para que un sólo hombre pueda trabajar a su caballo. Nunca debe haber nadie más en el interior, pues el caballo puede entretenerse y no esté atento al trabajo. Con ligeros movimientos de esta persona a lo largo o por el centro del interior, se le hace al caballo moverse y trabajar; si sois varios la incoordinación de vuestros movimientos lo distraerá y lo hará trabajar mal.
- Ser muy progresivos en la enseñanza de los saltos y no hartarle.
- Cambiar las formas del obstáculo en cada pasada y las distancias para que el caballo esté siempre atento cuando vaya a ellos.
- No moveros ni hablarle cuando veais que va al salto, pero si rehusa reprenderlo inmediatamente con la voz y hacer que inmediatamente se retire, para  acto seguido hacerle volver. Esto es muy importante.
- Estar seguros de que si nos os habeis excedido y no es vuestra culpa, la reprensión con la voz le bastará y el caballo atacará mejor el salto y más enérgico. Si os habeis excedido, bajar o quitar el obstáculo y que lo pase varias veces. Acariciar después de la obediencia y premiar con una golosina.
- No darle nunca más de diez o doce pasadas sobre las barras, sobre todo si tiene que hacer esfuerzos.
- Idear combinaciones distintas a una y otra mano y trabajar por igual a las dos, si en vuestro caballo no teneis que corregir algo que os haga desequilibrarlo en los trabajos.
-  Jugar con las distancias para hacerle prudente, porque con la cantidad de postes y barras podeis hacer un trabajo muy variado y relajado.
- No saltar grandes obstáculos en el callejón: Hacerle gimnasia simplemente sin grandes esfuerzos y al final, titar al suelo las barras y retirarlas una vez que las  haya pasado en el suelo varias veces, para después las pase sin ellas.
- Mientras se refresca paseando y recuperando el ritmo normal de pulmón y corazón, ofrecerle golosinas y después ponerle la cabezada, darle una vuelta del diestro y llevarlo al box.


domingo, 16 de agosto de 2015

LA DOMA A LA CUERDA

El trabajo de un caballo a la cuerda es un auxiliar del jinete cuando éste no puede montar por razón propia ó de no poder ensillar su caballo por alguna lesión en el dorso o en la boca o simplemente como parte de los ejercicios de entrenamiento del caballo de deporte.
Es otro medio más, como lo es el del corralón de obstáculos, del que hablaremos más adelante, para el trabajo del caballo desde abajo.
Es además una buena enseñanza que debe empezar con los potros para acostumbrarles después de ensillado a llevar el peso de la montura antes de que podamos añadirle el nuestro y así le daremos soltura antes de montarle, evitando que se enlome y habituándole al trabajo en círculo, flexionando la columna vertebral y cadenciándolo en los aires dando movimientos armónicos a las articulaciones en general, al dorso y al lomo.
Para hacer este trabajo se necesita una cabezada especial con serreta de la que cuelgue una cuerda de 10 a 12 mts. de larga, una tralla larga, no para el castigo, sino para hacer con ella indicaciones, por lo que es necesario que tenga la trenza muy larga; un cinchuelo almohadillado en el dorso con argollas donde se puedan hebillar unas riendas de atar, que vayan prendidas a las dos argollas laterales de la serreta y al cinchuelo.


La cuerda debe ir hebillada a la argolla central de la cabezada. Para efectuar el trabajo a la cuerda correctamente, debemos elegir sobre todo los primeros días un lugar cerrado a ser posible de forma circular, para que de esta forma tengamos más facilidad de que el caballo siga el círculo.
Si somos inexpertos, debemos tener en los primeros dias un auxiliar que nos lleve en las primeras vueltas el caballo indicándole en círculo para después que se pase detrás de nosotros y nos siga ayudando a mantener el aire del caballo en círculo.
Si no tuviéramos este lugar cerrado y circular, podemos hacerlo sobre uno de los ángulos de la pista del picadero, tratando de que estemos lo más solos posible para evitar que el caballo se entretenga durante el trabajo.
Suponiendo de que hemos de empezar este trabajo de derecha a izquierda, la cuerda debe mantenerse en la mano izquierda dándole forma de ochos de una longitud de brazada, y en la mano derecha debe ir la tralla tomada su parte inferior por el dedo pulgar y colgando hacia atrás para dar con ella indicaciones de progresión al caballo, haciendo el oficio de nuestras piernas, mientras que la cuerda lo hace de nuestras manos.
Las indicaciones que debemos dar al caballo en este trabajo son las de iniciar la marcha, aumentar o disminuir la cadencia mediante medias paradas que se logran por pequeñas oscilaciones de la cuerda que repercuten en él; aumentar o disminuir el círculo mediante indicaciones de la tralla en dirección a la espalda o de mayor presión sobre la cuerda. Como se ve el manejo de la cuerda requiere práctica y habilidad para mantener en todo momento el contacto entre la mano del jinete y la boca del caballo, y lograr por la tralla que no le falte impulsión con indicaciones de atrás hacia delante a la altura de los corvejones, y así les obligaremos a entrar bajo la masa y recibida ésta la impulsión en el tercio anterior. En el casos de que estemos trabajando con riendas de atar, estás tensadas por igual, no dejarán que el caballo avance sin colocarse.
El que de la cuerda jamás debe dar al espalda al caballo, debe girar mirándole siempre de frente y la cuerda debe estar siempre tensa. Tener en cuenta que las correcciones con la tralla deben ser siempre indicativas y nunca de castigo, pues si se asusta el caballo no haría más que retroceder sobre sí, no consiguiendo el fin propuesto de avanzar.


Con la cuerda, las indicaciones las debe transmitir el jinete al caballo para que éste se retenga, para hacerlo entrar en círculo de menor diámetro, para levantar la cabeza efectuando medias paradas y para ejecutar éstas,
Las indicaciones de retención si el caballo marcha hacia atrás, debe contrarrestarlas el jinete apoyándose fuertemente en la cuerda para que el caballo no le arrastre; para hacerlo entrar o disminuir el círculo el jinete da pequeños y suaves tirones repetidas veces de la cuerda;  para levantarle la cabeza se acciona primero de la cuerda y haciendo rápidamente un movimiento de la mano hacia arriba y hacia delante sin perder el contacto con la boca manteniendo siempre la cuerda tensa; si se quiere ejecutar una media parada se hace sucesivamente con la cuerda efectuando más o menos presión, tomando y cediendo acompañándose además con alguna indicación de la voz y para ejecutar la parada el ceder y tomar se hará aumentando la fuerza para que el caballo reciba en la boca un leve tirón.
Con la tralla las indicaciones deben ser para salir o aumentar el círculo, para levantar la nuca y reunirlo y para tomar el trote y el galope,pero siempre en coordinación de las ayudas con la cuerda, sin oponerse una acción  a la otra.
Para salir, después de tensar la cuerda, hacerle indicaciones con la tralla a nivel del vientre en el sitio que las piernas impulsan, y si en este momento el caballo va hacia atrás, pasar las indicaciones a la altura de los corvejones; si progresando hacia delante cierra el círculo, hacerle indicaciones a la altura de la espalda con la tralla para que el círculo aumente; para hacerle levantar la nuca y que se coloque en reunión, hay que hacer ayudas impelentes a la altura del vientre o de los corvejones con la tralla y medias paradas con la cuerda, predominando siempre aquellas y siendo necesario que el caballo marche tranquilo, elástico y con cadencia.para hacerlo tomar el trote o el galope. Hemos de proceder de forma suave, progresiva, nada brusca, mediante la aplicación de las ayudas con tranquilidad y tacto, auxiliados por la voz  para que la salida sea tranquila y elástica de forma progresiva y con cadencia. No debemos mandar nunca el galope sin haber estado bien cadenciado en el trote y manteniendo el caballo tranquilo.


Cuando trabajemos con riendas de atar, éstas no deben estar tensas sobre todo en los primeros días para no impedir ni dificultar la progresión adelante, pero si que deben estar con la longitud justa para que el caballo vaya colocando la cabeza. SÓLO cuando esto se haya logrado al paso y trote es cuando debe iniciarse el trabajo al galope, mediante medias paradas incitándole a avanzar con la tralla y reforzando la acción de ésta con la voz mediante chasquidos con la lengua.
El galope será tranquilo, natural y cadenciado, graduándolo el jinete acortando o alargando la cuerda para que los círculos sean más o menos grandes y coordinando la acción de la cuerda con la tralla, teniendo en cuenta que el caballo hace mayor esfuerzo en círculos pequeños.

RECOMENDACIONES:
- Nunca se debe terminar la lección al galope, pues dándole a continuación unas vueltas al trote y al paso, lo calmaremos y de paso secaremos el sudor.
- Es importante que en los trabajos a la cuerda se haga lo mismo que en los montados, es decir, que se trabaje por igual a ambas manos.
- Una vez que el caballo ya sabe trabajar tranquilo y cadenciado en los aires y si esto además se ha logrado en pista abierta, es muy conveniente que el círculo no se haga siempre sobre el mismo sitio, sino que se vaya trasladando suavemente por toda la pista, con lo cual entretenemos más al caballo.
- Una tercera parte de este trabajo es el de empezar a saltar, con lo que daremos las primeras lecciones haciéndoles pasar barras en el suelo y procurando que el que da cuerda y cuando este llegando el caballo a la barra se mantenga derecho, para lo cual se acompañará en su misma dirección mediante unos pasos vivos al mismo ritmo que el caballo.
- Debemos tener mucha progresividad en todos los trabajos.