LOS BENEFICIOS DEL VOLTEO EN JINETES PRINCIPIANTES.
Podemos decir que el volteo es un juego a caballo que tiene por objeto dar soltura, flexibilidad y confianza al jinete.
Como en todo juego, hay superexpertos, auténticos profesionales que hacen maravillas encima de un caballo, los vemos en el circo y en los grandes eventos hípicos como una modalidad que está entre todas las existentes.
- El caballo de volteo
En todo club debería haber un caballo puesto en volteo. Sus características es que sea tranquilo y que galope en corto a la cuerda, siendo preferible que sea un caballo de edad madura, que se deje poner el pie encima, montar por detrás y no se moleste por los cambios de equilibrio del jinete. Es interesante que sea de mediana alzada, para que sea fácil subir a él, y que no este delgado y que tenga una grupa bien conformada para que sea más cómodo al montar.
A parte del caballo, nos hace falta unos ramplones y unas riendas de atar. Los ramplones son una cincha con tijera en la parte que se asiente cerca de la cruz, de donde salen dos tubos ( que se forran en cuero) en forma de L que es donde el jinete sujeta las manos. Las riendas de atar sirven en este caso para fija la posición del cuello del caballo y no dejar galopar al caballo más que a una velocidad limitada.
La principal característica del jinete principiante es la rigidez y su necesidad de tener que agarrarse a algo para no caerse. Si evitamos que sea a la boca del caballo, habremos hecho un gran favor tanto al caballo como al jinete, que se sentirá más seguro.
Por eso, las primeras lecciones de un jinete deben ser de volteo, y hasta que no le veamos suelto, no debemos montarle a la montura con riendas.
Veamos como debe ser la transición;
Le montamos con el caballo parado y se agarrará rápidamente a los ramplones, le hablaremos de como quitarle la rigidez, que nos conteste, le hacemos soltar una mano, luego la otra y luego las dos a la vez. Le hacemos subir y bajar varias veces hasta que él se vea seguro, entonces le damos un paseo llevando al caballo de la mano e insistimos que no se ponga rígido, que vaya como en una butaca y que vaya soltando una mano, la otra y las dos. Así aprenderá su primer paso en equilibrio a caballo aunque esté dispuesto a agarrarse al menor indicio de caerse.
Luego le enseñaremos a subir a caballo, le colocamos a la izquierda del caballo, las manos en los ramplones y su cuerpo no mirando al caballo sino en la misma dirección de la marcha. Balanceando la pierna derecha con energía, a la vez que empuja con la izquierda se dará cuenta de que sube con facilidad. Se debe repetir el ejercicio varias veces.
En volteo se consigue todo a base de flexibilidad y coordinación de movimientos, NUNCA RIGIDEZ.
Luego le enseñamos a sentarse a la derecha, balancear las piernas, tomar impulso con el cuerpo y sirviendo de eje de giro los brazos, que salga despedido hacia arriba el trasero y las piernas para cruzarlas por encima de la grupa y quedar sentado a un lado u a otro. Es importante insistir que no toque la grupa con los pies. Deshacer el movimiento igual, es decir, eje giro los brazos, balancín o contrapeso el cuerpo y flexibilidad en la fuerza de la cintura de forma que salga el tronco y piernas hacia arriba. Cuando se siente a ambos lados con facilidad, le hacemos que de un sólo giro y por el mismo procedimiento se siente de espaldas y ejercicio inverso.
El siguiente paso es ponerle en pie; el sitio de poner los pies es la grupa, consiguiendo serenidad y equilibrio y utilizando los ramplones para caer.
Una vez el alumno ha superado todos estos ejercicios al paso lo pondremos a galopar y haremos el mismo proceso descrito anteriormente en esta aire e incluso llegar ya a figuras mas complejas pero siempre aprovechando el impulso del galope, aprovechando la cabeza como contrapeso y sin dejarse arrastrar por el caballo.
Pero independientemente de llegar a saber más o menos, de hacer las figuras más avanzadas o menos avanzadas, lo importante del volteo y su objetivo como parte fundamental en el inicio a la equitación es la flexibilidad que proporciona al jinete principiante y la posterior confianza en el manejo del caballo. Una vez veamos que nuestro joven alumno va suelto, ligero, domina los movimientos del caballo y de su propio equilibrio, entonces podemos seguir con las primeras lecciones a la monta.