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Tiene funciones vitales como defender al animal contra agresiones externas, almacenar diversas sustancias ( vitaminas, grasas, agua,....) , regular la temperatura corporal o actuar como órgano sensorial, entre otras funciones. Al limpiar no sólo preparamos al caballo, sino que también nos ha de servir para realizar un examen corporal del mismo y detectar cualquier anomalía en la piel a tiempo en cualquier estación del año, ya que en cada una de ellas se pueden producir algún tipo de enfermedad.
Por lo que la limpieza e higiene del caballo influye directamente sobre sobre su salud.
Asi pues, al regresar del trabajo el caballo debe secarse ( jamás deberá volver sudado a la cuadra y habrá que poner especial cuidado en las cuartillas, muy sensible a las grietas de invierno), desembarrando y frotando sus pies ¡, liberándolos cuidadosamente de cualquier cuerpo extraño por medio de un cepillo al uso.
El dorso y el lugar de la silla, casi siempre sudorosos, serán aireados, frotados con un cepillo y una gamuza y golpeados suavemente con la palma de la mano.
La limpieza tiene, como todos sabemos, diversos fines: cuidado del pelo y de la piel, de las crines, conservación y estímulo de la piel que como hemos visto es un órgano muy importante, que así le permitirá poder respirar y eliminar el sudor, pero además realiza una operación de masaje a los miembros fatigados proporcionándoles descanso y proporcionar al animal los cuidados iniciales en caso de enfermedades, de esfuerzos o de fatiga.
Esta limpieza se completa con duchas ( de agua fría o caliente según proceda), baños y/o colocación de vendas y paños.
A fin de que saquemos mejor provecho de esta limpieza, ésta siempre debe realizarse al aire libre, ya que al mismo tiempo que se efectúa podemos ventilar su cuadra, por lo que ni nosotros ni el caballo nos expondremos a respirar el posible polvo que se levante dentro de la cuadra.
Los miembros, lugares de recalentamiento y de taras duras o blandas, serán siempre objeto de una atención particular.
Narices, ojos,ingles, ano y órganos genitales se limpiarán siempre con una esponja humedecida. Hay que tener mucho cuidado de no herir las partes blandas del caballo ni las óseas y utilizar los útiles adecuados en cada fase de la limpieza. Cuando utilicemos la almohaza, hemos de hacerlo suavemente y describiendo círculos, que al mismo tiempo de ser más eficaz la limpieza, proporcionamos un efecto masaje.
También es de suma importancia una buena limpieza e higiene de las cuadras, que deben lavarse frecuentemente y desinfectarsse para evitar que en la piel del caballo se puedan instalar parásitos alárgenos, efecto preventivo contra enfermedades de la piel.
Resumiendo, la limpieza del caballo tiene finalidades y efectos a la vez sanitarios ( curativos/preventivos), de higiene y de aseo ( cepillado/masaje), estéticos y de sostenimiento (lustrado del pelo, etc...).
Su importancia es tan grande como la de una alimentación adecuada
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