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Uno de los puntos que más van a influenciar en la biomecánica de nuestros caballos es la silla de montar y su correcto ajuste tanto al dorso como a la anatomía del caballo. Cabe recordar que la energía que determina el movimiento y la impulsión surge de los posteriores y se propaga a través de los músculos dorsales exteriores e internos y de la columna vertebral ( transmitida principalmente a través de los músculos multífidos) a la cabeza. En dicho tránsito, uno de los factores que puede influenciar es la silla de montar pues flanquea la columna y condiciona sus movimientos.
La silla de montar es la confluencia de dos biomecánicas totalmente diferentes: la humana de un bípedo y la equina de un cuadrúpedo. Es la técnica de equitación la que debe permitir que ambas biomecánicas trabajen sinérgicamente mejorando el rendimiento del caballo de deporte. Por ello, además de ser necesario poseer de unas excelentes habilidades a la hora de practicar la equitación, es necesario utilizar una montura con un correcto ajuste en la anatomía particular para cada caballo.
- Efectos de una silla de montar mal ajustada:
Una silla de montar que no esté ajustada a nuestro caballo puede generar desde problemas relacionados con una falta de rendimiento, hasta problemas clínicos y patológicos. En el primer caso se observan entre otros problemas, problemas de impulsión, reunión o rehuse en el salto; muchos de estos problemas son considerados frecuentemente como problemas de comportamiento y tratados como tal, lo que desencadena en mayores problemas comportamentales y un agravamiento de las lesiones asociadas al mal ajuste de la silla de montar.
En cuanto a los problemas clínicos nos podemos encontrar:
- Heridas de roce o aumento de la presión, por lo general asociadas a los puntos más altos como la cruz. Las podemos detectar como zonas de pelo blanco en la cruz y a lo largo del dorso, los flancos e incluso en el contorno donde asienta la cincha.
- Hundimiento de dorso, rigidez, elevamiento de la nuca y falta de impulsión.
- Cruces, fístulas o desmopatías del ligamento supraespinoso.
- Hiperactividad al cinchado.
EVALUACIÓN DEL AJUSTE DE LA SILLA
En la evaluación del ajuste de la silla, hay que tener en cuenta la silla en sí misma, el ajuste en su colocación sobre el dorso y el ajuste con el jinete montado.
En lo que se refiere a la silla hay que considerar:
- Estado general, mantenimiento de bastes. Éstos deben descansar sobre la musculatura dorsal
- Fuste o armazón.
- Simetría del canal
- Anchura del canal: este ha de disponer del suficiente espacio para permitir la flexibilidad de la columna vertebral.
- Los botones del borrén delantero han de quedar ligeramente por encima de la cruz, teniendo en cuenta que el peso del jinete reduce el espacio entre el borrén y la cruz del caballo.
- La montura no debe presionar sobre la musculatura al nivel de las espaldas ya que bloquearía al caballo el uso correcto de su tercio anterior.
Gráfico 1
Músculo en rojo Latissimus dorsi: es el músculo donde debe apoyarse la montura.
Diagrama 2
Músculos trapecio, deltoides y gran dorsal: El punto donde se encuentran estos tres músculos es esencial que la montura no ejerza ningún tipo de presión. Tan sólo puede apoyarse en los mismos.
Diagrama 3.
Dependiendo del grado de inclinación entre la escápula y el húmero determina que la montura se desplace hacia atrás, hacia delante o no se desplace. Se observan las vértebras lumbares en rojo donde no debería el caballo soportar el peso de la montura y el jinete. Las costillas en verde sirven de referencia para contar hasta la vertebra nº 13, pintada en rojo entre las amarillas, y el esternón en rojo abajo que determina el paso de cincha. La cruz en color morado y el ángulo entre la escápula y el húmero en colores naranja y azul.
- Mantilla y protectores de dorso.
El ajuste culmina con una valoración dinámica considerando el efecto sumatorio de las biomecánicas de jinete y caballo en común con la silla.
En este campo DEVOUCOUX ha venido desarrollando y aplicando las últimas tecnologías que permiten objetivizar el ajuste correcto de sus monturas, de manera que prioriza sus diseños en función del ajuste de la silla de montar al dorso del caballo, y al mayor contacto del jinete tanto en el asiento como en la pierna.
