(PARTE 3/5)
EL ACONDICIONAMIENTO FÍSICO
Un buen caballo de salto es una excelente combinación de fuera, precisión y velocidad. La fase de vuelo en cada salto sólo toma unos segundos y la mayoría del tiempo durante el recorrido el caballo lo pasa galopando de obstáculo a obstáculo.
Sin embargo, en cada esfuerzo se somete a un gasto energético debido a la batida y a la recepción, que resulta de una contracción de determinados músculos y un gasto de reservas energéticas que dependen de la altura a la que salte el caballo. Este gasto se produce en un intervalo medio de cada cinco segundos.
Para diseñar un programa de entrenamiento físico de este caballo atleta, hay que trabajar en tres áreas
1.- La condición cardio-vascular.
2.- La preparación del sistema muscular.
3.- La flexibilidad.
Pero la preparación de su condición cardiovascular es la que mejora la capacidad aeróbica de mantener la suficiente energía para afrontar una competición, fuerza de entrenamiento para desarrollar los músculos que intervienen en el salto y la capacidad de mantener una excelente condición física que permitirá reducir el riesgo de lesiones.
Y sobre todo, lo que vamos a exponer debe ser trazado y supervisado por un veterinario equino deportivo quien es el que hará el seguimiento, progreso y evaluación de la preparación del caballo.
1.- La condición cardio-vascular:
La óptima condición cardio-vascular mejora la capacidad de que el sistema cardio-vascular, respiratorio y muscular produzca la energía apropiada para que el caballo asuma las condiciones exigidas en el deporte.
Concretamente en la modalidad de salto, las proporciones totales de energía requeridas suministrada por los metabolismos aeróbico y anaeróbico dependen del estado de forma del caballo, la altura del los saltos, la longitud del recorrido y la velocidad del caballo durante la competición.
En un caballo que haya empezado a trabajar para su preparación al salto, la mejora de la condición cardio-vascular empieza con período de trabajo a larga distancia pero tranquilo, que normalmente se realiza con una frecuencia de cada dos días durante unos 15 ó 20 minutos al paso o al trote. Un incremento gradual en cualquiera de las dos variables, distancia o velocidad, dependerá de cada trabajo semanal. Más adelante se pueden introducir nuevas variantes en este mismo entrenamiento combinando pendientes en subida o bajada. El objetivo de este trabajo es conseguir que el caballo coja una forma física capaz de trabajar una media de 50 minutos a una velocidad media de 6 u 8 km por hora incluyendo 2 o 3 minutos de galope. Cuando esta fase del entrenamiento este concluida, y el caballo haya cogido una buena forma física, podemos empezar a trabajar tres días a la semana y progresivamente más hasta llegar al trabajo al galope, que es el aire de competición.
Inicialmente podemos pasar a 2 minutos de galope a una velocidad de 350 m/min. separados por 2 minutos al paso. Podemos hacer hasta 3 o 4 repeticiones incrementando la duración del galope hasta 4 minutos; podemos incrementar la velocidad de galope de 375m/min a 400 m/min, pero en este punto el período de descanso al paso sería de 4 min. entre ejercicios.
Las pulsaciones del caballo no deben superar los 160 latidos/min y debe bajar de los 100 en los períodos al paso.
También se introducen ejercicios de máxima velocidad al galope en un recorrido de 50 a 100 mts. con el fin de provocar la contracción de las fibras musculares, volviendo luego al galope inicial. Este ejercicio de igual manera se puede ir incrementando de 1 dia a 3 por semana, y hasta podemos llegar a 10 sprints el mismo día. El caballo no debe superar los 170 latidos/min. en estos ejercicios. Cuando el caballo ha llegado a este grado de forma física entonces es cuanto esta preparado para las primeras competiciones.
Los caballos en alta competición pueden llegar a tener un ritmo cardíaco de 170 a 200 latidos/min, en períodos aproximados de 50 a 60 segundos.
Los caballos de salto usan una enorme cantidad de energía para contrarrestar su propia inercia, que se acentúan cuando el caballo acelera, desacelera o gira. Los momentos de batida y de recepción requieren de grandes cantidades de energía y un esfuerzo muscular igualmente considerable que consume mucha reserva energética. Por lo tanto, el componente de la condición cardio-vascular esta ligada a la aceleración, a los sprints y a los giros. Un ejemplo de lo que hablamos es un caballo que acelera en 50 mts., y desacelera para luego girar en 180º para luego acelerar de nuevo ( esto se ve mucho en las pruebas de desempate). Usando los llamados " entrenamiento a intervalos"
( hablamos de ellos en el post del día 29 de Abril de 2015 en nuestra página de facebook), dos o cuatro aceleraciones, desaceleraciones y giros constituye un trabajo y éste puede venir luego seguido de un trote de descanso.
Pero el salto tambíén puede considerarse como un momento de inercia específica debido al gran gasto energético que supone la batida y la recepción durante el salto.
En los próximos capítulos hablaremos de la preparación del sistema muscular y los ejercicios de flexibilidad.
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