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viernes, 15 de abril de 2016

BASES Y FINALIDADES DE LA DOMA

"La equitación es el arte de explorar la impulsión".

De este principio brota la orientación de la doma, que buscará primero la creación y luego el dominio.
Siendo la memoria la facultad más desarrollada del caballo, será la que constituya la base de la doma. El jinete debe, por medio de las ayudas, establecer con el animal un lenguaje convencional, que el caballo ignora al principio, pero que se irá perfeccionando que a medida que la instrucción progrese. el jinete lo logrará basándose en el principio de las asociaciones por contigüidad y las asociaciones por analogía ( principio expuesto por el filósofo Le Bon ).
El principio de las asociaciones por contigüidad dice:
" Cuando las impresiones se han producido simultáneamente o sucedido inmediatamente, basta que uno esté presente en el espíritu para que las demás se representen inmediatamente en él".
El principio de la analogía se podría definir como:
" las impresiones presentes reavivan impresiones pasadas que se le parecen. Por ejemplo, la acción simultánea de las piernas debe traducirse en el caballo por el movimiento hacia delante."


Inútil decir que las indicaciones deben ser claras, siempre parecidas para pedir un mismo movimiento y claro está, recompensadas con generosidad en cuanto hayan surtido efecto. El jinete debe esforzarse ante todo en ser comprendido, luego obedecido, hasta que las indicaciones dadas, accionando reflejos nuevos en el caballo, la hagan obedecer a ellas sin dificultad.
Como es natural, la intensidad de las impresiones ( como su repetición),, contribuyen evidentemente a crear esos reflejos y a grabarlos en el espíritu del animal.
Inevitablemente, en un momento u otro de la doma, se enfrentarán la voluntad del jinete con la del caballo y desde el momento en el que la lucha no pueda evitarse, es bueno que el jinete no ceda y salga como el líder, no perdiendo nunca la iniciativa. Un trabajo de re-doma es siempre mucho más largo y aleatorio que una doma bien llevada desde el principio.
Siempre es preciso que el jinete tenga presentes con claridad en el espíritu los fines que se propone y que prosiga su realización con un método, con paciencia, tacto e incluso de todo el arte que se capaz.
Una doma bien comprendida debe llevar aparejadas la educación del caballo y la busca del desarrollo y explotación de las fuerzas y de la virtuales cualidades físicas y morales del caballo.

La progresión es como sigue:
- Un caballo de silla debe, ante todo, ser tranquilo, obediente, robusto y fuerte.
- No puede haber doma en el desorden, la debilidad o la falta de impulsión.
- El animal debe ser confiado, franco, dócil y manejable en todos los aspecto.
- Recto de espaldas y de caderas, con un aire amplio y corriente, para poder cubrir el máximo terreno con el mínimo esfuerzo.

Objeto de la educación más avanzada, y como ya hemos hablado en algunas ocasiones, el caballo debe ser flexibilizado en todas sus parte para hacerlo ligero a las ayudas, la cabeza bien colocada y sumamente móvil en la nuca, para más tarde obtener el movimiento de "recoger" y luego de "reunir" que participan en la doma de equitación superior.
Todo este trabajo se lleva a cabo según una rigurosa progresión que va de lo conocido a lo desconocido, sin que se aborde una nueva lección hasta que la anterior esté bien asimilada y , naturalmente, la doma será diferente según el uso al que se destine el animal.


Se sabe que el equilibrio natural desempeña un papel considerable en cuanto a las aptitudes de un caballo. Según su constitución, utiliza las fuerzas y cambia de aires con una facilidad y una flexibilidad variables, que le harán más o menos manejable y agradable de montar.

" El equilibrio es una noción capital en equitación."

El peso del jinete siempre es objeto de perturbación o fatiga, pero la manera con que se distribuya alivia o, por el contrario, sobrecarga el tercio delantero o trasero del animal, facilitando o dificultando sus movimientos o acciones. Muchas resistencias e incluso defensas son reacciones de incomodidad o de sufrimiento y no de mala voluntad.
El jinete deberá pues a dedicarse, si es menester, a mejorar o modificar un equilibrio deficiente, pero toda la gimnasia de flexibilidad deberá dirigirse al conjunto de la máquina del animal so pena de tener un animal desigual en sus acciones.

Para terminar, podemos decir que la flexibilidad y la destreza adquiridas a través de la doma van también acompañadas de las facultades respiratorias que conferirán al caballo el aliento y la resistencia siempre necesarios.


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